Por: Uriel Camarena, Consultor en GPI México. | Francisco Verduzco, Consultor en GPI México | Rafael Gutiérrez, Consultor
En la cultura empresarial es común la falta de formalidad en los acuerdos en la indefinición de reglas claras para la toma de decisiones, la interacción de los accionistas y algunos temas sensibles de frente al futuro. Esto puede generar un ambiente propenso a conflictos, ya que, al no existir procedimientos y reglas claras que regulen la interacción entre accionistas y familiares de los accionistas, la revelación se ve afectada propiciando rivalidades personales y permeándolos en la organización, afectando de esa manera el crecimiento y la rentabilidad del negocio.

La solución por lo mencionado anteriormente es la Institucionalización, la cual se define como: "El compromiso de sus accionistas con el proceso de transformación de la empresa, para pasar de una situación informal e inorgánica hacia una altamente organizada, comprometida con la profesionalización que garantice su continuidad y permanencia en el tiempo." Instituto Mexicano De Mejores Prácticas Corporativas (IMMPC, 2025)
Derivado de este compromiso de los accionistas para pasar de la informalidad a una estructura organizada surge el primer pilar: los acuerdos entre accionistas. Los cuales abordan temas que frecuentemente son motivo de conflicto en las organizaciones y temas sensibles que hay que prever para el futuro.
Empresas Familiares
En el caso de las empresas familiares, que son el grueso de la población de empresas en nuestro país, se formalizan mediante un documento llamado protocolo familiar, el cual, además de establecer los acuerdos y reglas que regulan la interacción de la familia con la empresa, lleva un enfoque filosófico sobre la historia, identidad y valores de la familia que buscan preservar y transmitir a futuras generaciones. En este documentos se abordan temas cruciales para los accionistas, como lo es la sucesión. Se describe cómo se llevará a cabo este proceso y qué reglas habrá que respetarse durante la transición. También aborda dos temas fundamentales para garantizar el futuro de las empresas en los sucesores: la transmisión accionaria y los planes de desarrollo de los sucesores. Estos dos tienen tanto peso debido a que despiertan el interés en los sucesores al brindarles esta seguridad de que serán los futuros accionistas, y se refuerza el compromiso de estos con su preparación para recibir, y en su caso, operar la mesa en el futuro.
Así como las empresas crecen, también la familia lo hace. Por esto es imprescindible establecer acuerdos frente a la incorporación de familiares dentro del protocolo familiar. Este es un tema que frecuentemente genere roces y conflictos en la empresa familiar, ya que al ser de esta índole y no tener acuerdos, la empresa comienza a frenar a los familiares a diferentes puestos que operan y, en la mayoría de los casos, no tienen el conocimiento y la capacidad para llevar a cabo las actividades de las posiciones que tienen de manera correcta y eficiente. Además, es inevitable que salgan a flote las emociones que lleva consigo la relación familiar, lo que interfiere con el profesionalismo y la objetividad en la ejecución de las labores de la empresa.
Por todo lo anterior, se deben establecer lineamientos y políticas claras que regulen la incorporación de los miembros de la familia de la organización, dónde se establezca que cualquier familiar que se quiera integrar debe cumplir con la descripción del puesto al que aspira, debe apegarse a las políticas existentes de la compañía y comprometerse con la entrega de resultados. Es decir, se le tratará como un colaborador más.
Empresas no Familiares
Sin embargo, estos tipos de acuerdos se limitan únicamente a empresas familiares. También se deben tener formalizados entre socios de empresas que no sean de esta índole, ya que, a pesar de no ser familiares, se enfrentan las mismas problemáticas y desacuerdos, los cuales a diferencia de estas organizaciones, pueden escalar a un punto más extremo como una separación inminente o incluso demandas entre socios, debido a que no existen lazos afectivos y los lazos emocionales no son tan fuertes como en las familias.
En las empresas no familiares cambia el documento mediante el cual se formalizan los distintos acuerdos que se tienen entre los socios, ya que en este caso no se realiza protocolo familiar, sino un "convenio entre accionistas," en el cual se deja de lado la parte filosófica y la historia de empresa, y se genera un documento con enfoque más legalista.
En este documento se pactan los mismos temas que el Protocolo Familiar: la transmisión accionaria, en la que se define el proceso que seguirá en caso de una venta, la incorporación de familiares de los socios, ya que, aunque no sea un negocio familiar, es muy común que los diferentes socios quieran integrar a sus familiares cercanos de la estructura de la empresa, dando cabida a conflictos, y finalmente la sucesión, en donde se establecen reglas y que los herederos de las acciones se deben preparar y profesionalizar para ejercer la administración de la organización en e futuro.
Gobierno Corporativo
El segundo pilar que consolida la Institucionalización es el Gobierno Corporativo, el cual se define como: "Las prácticas y controles que adopta el consejo de administración para proteger los intereses de sus accionistas y todos sus grupos de interés, garantizando la transparencia, la equidad, evitando conflictos de interés y posibles abusos, así como el menos cabo o el detrimento patrimonial de la organización." Instituto Mexicano De Mejores Prácticas Corporativas (IMMPC, 2015)
E Gobierno Corporativo es una propuesta de administración moderna que busca garantizar la permanencia en el tiempo de las organizaciones y la transparencia a través de un órgano colegiado denominado Consejo de Administración. En este modelo juega un papel fundamental del consejero independiente, el cual aporta una visión objetiva e imparcial, así como su conocimiento técnico y profesional en el ejercicio de la administración, atacando los diferentes flancos que revisa el consejo mediante sus comités de apoyo: Auditoría, dónde revisan los temas de control interno; Planeación y Finanzas, abordando temas del rumbo estratégico y las finanzas del negocio; Evaluación y Compensación, monitorea temas de cumplimiento regulatorio y los riesgos de la organización del talento; Riesgo y Cumplimiento, monitorea temas de cumplimiento regulatorio y los riesgos de la organización; Comercial y Marketing, abordando temas como la estrategia comercial y el plan de marketing.
Este segundo pilar de la Institucionalización es la mejor práctica por excelencia, ya que, consolida la profesionalización, garantizando que la empresa alinee sus prácticas y operaciones para poder interactuar con el consejo de administración y proveer la información necesaria.
Estos dos pilares consolidan la Institucionalización, que es la base del "Modelo de Gestión Empresarial" propuestos por el IMMPC. Se presenta como una clave para asegurar la continuidad y crecimiento de la empresa, tanto familiares como no familiares. Formalizar acuerdos y establecer un gobierno corporativo permite reducir conflictos internos, regular la relación entre los accionistas y los familiares garantizar la profesionalización en la toma de decisiones colegiada. En conjunto, estos pilares crean una estructura sólida que asegura la transparencia, la equidad y la sostenibilidad de la empresa, protegiendo los intereses de todos los involucrados y garantizando su éxito a largo plazo.
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