Por César Arias
Socio de Global Practice México, a cargo de la práctica de Consultoría en Institucionalización de Empresas Familiares, Gobierno Corporativo, Administración de Riesgos, Auditoría Interna, Control Interno y Protección de Datos.
¿Qué hace a un Consejero innovador? ¿Cuáles son las habilidades profesionales, educación, capacidad técnica y actitud adecuada para enfrentar los retos de un mundo globalizado?
Las múltiples respuestas a estos cuestionamientos no son nada sencillas, pero sí muy necesarias antes de integrar, operar y/o evaluar un Consejo de Administración de alto nivel para su empresa.
Hace no mucho tiempo, se buscaba o requería que el Consejero únicamente cumpliera con dar «buenos tips», tener una excelente trayectoria profesional, ser muy técnico o contar con una excelente red de contactos, lo cual hoy ya no es suficiente; no basta con ser solo un apoyo para los accionistas y el Director General, así como tampoco lo es el entender exclusivamente la información contable, saber interpretar los estados financieros o comprender aspectos de índole fiscal–legal.
Si realmente se quiere tener un Consejero para hacer trascender a la compañía, se debe ir por más y pensar en grande.
Es buen momento para reflexionar, hacer una pausa en el camino y así analizar si como Consejero es nuestro objetivo primordial APORTAR VALOR, sí en mayúsculas, ya que queda corto el ser únicamente un experto financiero, puesto que también se debe dominar el ambiente político, social, geográfico y tecnológico a nivel global, no solo local para brindar consejería integral.
En fin, se requiere un buen número de habilidades, competencias o conceptos que quizá no nos sean tan familiares a algunos Consejeros, pero las cuales se pueden desarrollar o adquirir, puesto que son imprescindibles actualmente, me refiero a los siguientes:
INNOVACIÓN
Esta palabra está muy de moda, sin embargo, es algo especialmente importante en un entorno tan competitivo como este en el que nos encontramos actualmente. Aplicado adecuadamente puede llevar la mejora continua hacia los diferentes productos, servicios, procesos o estrategia de una compañía. Sin la innovación (tecnológica, organizacional o comercial), nos podemos volver fácilmente en un commodity y, por ende, reemplazables. Un Consejero debe aplicar o cuando menos promover que se implemente una cultura de mejora o técnicas de innovación por más simples que estas sean, ya que es lo que le dará a la organización un valor añadido real y diferenciación.
PENSAMIENTO ANALÍTICO
Esto es relevante para tomar decisiones con un alto grado de certeza, como Consejero se debe contar
con mentalidad analítica y crítica en la comprensión de problemas, la formulación de preguntas y el uso de datos para ofrecer respuestas adecuadas, evitar tomar decisiones apuntaladas de cierta manera en la intuición e implementar herramientas para la gestión y análisis de datos, ya que muchas veces el escenario en el cual nos encontramos es muy cambiante o no se tienen toda la información a la mano. Por ende, debemos apuntar a que los datos que se vean en un Consejo sean clave, precisos y de calidad para encontrar evidencias que permitan posicionar a la entidad, para que en el seno de la sesión se hagan preguntas y se busquen evidencias claras frente a lo que posiblemente diría la experiencia, que algunas veces aleja a las organizaciones de la inteligencia necesaria para afrontar con acierto el futuro.
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS COMPLEJOS
Este tipo de experiencia se necesita cuando hay problemas o escenarios que no están claramente definidos, el objetivo a perseguir no es muy conciso que digamos y las posibles acciones a seguir tampoco están en blanco y negro, para este ejemplo nos podemos remitir a los eventos relacionados con la pandemia, la cual todos hemos padecido de alguna u otra manera. Aún y cuando tuvimos eventos parecidos en el pasado (influenza) y todo indicaba que podía darse algo de mayor impacto casi predecible (teoría del cisne negro), a todos en los Consejos nos requirió de mucha inversión de tiempo el saber realmente que estaba pasando, como nos iba a impactar y que debíamos hacer. Con base a lo anterior, es que se sugiere que se cuenten con Consejeros con visiones sistémicas y holísticas de los procesos que atañen a un grupo empresarial, que además sepan analizar la información con celeridad para que sugieran pasos concretos a seguir y trascender.
INFLUENCIA SOCIAL
Un Consejero tiene como premisa clave fortalecer, sumar e influir ética y moralmente a la organización, no solo estar involucrado en la toma decisiones numéricas. Es por ello que su desarrollo personal e inteligencia emocional tendrán un impacto significativo en toda la compañía o grupo empresarial. Es válido afirmar que cualquier toma de decisión o aportación al Consejo, se suma parte del estado anímico, confianza y autoestima del individuo, lo cual afectará (positiva o negativamente) el «assessment» del problema, así como las posibles acciones para solucionarlo, y no solo eso, sino que van generando hábitos (buenos o malos) en el personal, es decir, formará parte de la cultura organizacional.
Recordemos también que una de nuestras labores es aconsejar al Director General, el cual en algunas
ocasiones se siente solo, ya que, si bien su equipo directivo sí tiene a quien recurrir, él como Director solo tiene a sus Consejeros para asistirlo, por lo cual se debe tener un alto nivel de empatía.
NUEVAS TECNOLOGÍAS O METODOLOGÍAS
Con el paso del tiempo, han surgido nuevos tipos de empresas o modelos de negocio disruptivos a los cuales nos pueden invitar a ser parte de su Consejo de Administración u órganos de apoyo, por lo tanto, debemos estar muy preparados para poder asesorar este tipo de entes que son más frecuentes día a día, por ejemplo, me refiero a las empresas relacionadas a Industria 4.0 o un caso cada vez más cercano como son las Fintechs o desarrollo de APPs. Para este tipo de empresas se requieren al menos conocimientos generales no tan «comunes» tales como: Big data, Internet de las cosas, Cloud computing, Minería de datos, Metodologías Ágiles, Design thinking, Machine learning, Inteligencia artificial y/o Data analytics.
Créanme, nada más retador para un Consejero que hablar con esta nueva generación de accionistas o empresarios y saber dónde les podemos aportar más y mejor, saber entender su mercado, objetivos, planes a futuros o la cultura de las personas que forman parte de su equipo.
HUMILDAD
Un Consejero a veces es tentado por su ego a la hora de dar una opinión o de escuchar a otra persona, es por ello que siempre se deben tener los pies bien firmes en la tierra y es prudente que sepamos cuándo preservar, pero sobretodo todo cuando rectificar.
Por lo anterior, es más que importante resaltar que dichas habilidades, competencias o conceptos que
se necesitan hoy para ser Consejero son distintas a las que se necesitaban apenas hace algunos años
atrás. El gran reto es adaptarse, actualizarse y formarse en estos temas que nos permitirán navegar con buen rumbo en un ambiente de negocios que cambia las reglas de juego de manera muy frecuente, ya que como lo dijo Heráclito «Lo único constante es el cambio»
Comments