Por Elsy Cárdenas y Uriel Camarena, Consultores en GPI México
En el mundo de las empresas familiares la interacción entre familia y negocio se entrelaza de manera única, los conflictos son a menudo subestimados. Aunque es común encontrar conflictos en estas dinámicas, la percepción general suele ser que la complejidad de estos es baja o moderada en la mayoría de los casos, con solo un pequeño porcentaje de conflictos que alcanzan altos niveles de complejidad o irresolubles.

En la encuesta nacional «Empresas Familiares» que realizó el Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas en el 2023 se arrojó como resultado que aproximadamente el 60% de las empresas familiares experimentan conflictos en su dinámica interna, estos datos revelan que, si bien los conflictos son comunes, la mayoría se manejan con facilidad, mientras que un pequeño porcentaje presenta desafíos más significativos.
«HOMBRE SOY, Y NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO» P. Herencio
Al analizar el apartado «nivel de complejidad del conflicto», resulta llamativo que el 41% de las empresas encuestadas no reconocen la existencia de conflictos en la dinámica familiar empresarial, situación preocupante, pues revela que las conductas nocivas con las que se relacionan los integrantes se pueden estar negando o normalizando, lo que perpetua una dinámica dañina.
El conflicto es inherente a la relación humana. Las familias empresarias tienen dos necesidades básicas y contradictorias: por un lado, necesitan estrecha cercanía y colaboración para el éxito , y por otro, necesitan cierta distancia y autonomía para permitir el crecimiento individual de cada miembro y evitar conflictos derivados de una sobreposición excesiva de roles y responsabilidades, resaltando la importancia de encontrar un equilibrio entre la proximidad familiar necesaria para el éxito empresarial y la autonomía individual requerida para mantener relaciones saludables en familia y empresa. Es necesario reconocer las conductas que llevan a un conflicto independientemente de su complejidad para poder mediar los intereses de las personas involucradas.
De acuerdo con la encuesta, uno de los principales detonadores de conflicto es la falta de definición de reglas que regulen la interacción de la familia con la empresa. Aspectos como horarios, posiciones, responsabilidades y compromisos a menudo están sin establecer, lo que puede llevar a malentendidos y conflictos internos. Este problema afecta al 52% de las empresas familiares.
Además, las posiciones que ocupan los miembros de la familia dentro de la empresa también pueden generar conflictos. Por ejemplo, cuando uno de los integrantes del Consejo de Administración ocupa también el cargo de director detona un conflicto con los demás miembros del consejo. Esta situación
afecta al 33% de las empresas familiares en conflicto.
Para poder formalizar acuerdos y regular los principales conflictos que hay en la familia empresaria es sumamente importante el establecimiento del Protocolo Familiar y el Manual de Gobierno Corporativo. En el Protocolo Familiar se establecen reglas, normas y valores que guían la relación entre los miembros de la familia y la gestión de la empresa familiar, define aspectos como la sucesión, la participación en la empresa, los roles y responsabilidades de los familiares, la toma de decisiones y la resolución de conflictos. Su objetivo principal es garantizar la continuidad y la armonía en la empresa familiar a lo largo de las generaciones.
Por otro lado, el Manual de Gobierno Corporativo es un conjunto de principios, políticas y procedimientos que regulan la gestión, el control y la supervisión de la empresa. Incluye aspectos como la estructura organizativa, la distribución de poder y responsabilidades, la transparencia en la información financiera, los mecanismos de rendición de cuentas y la gestión de riesgos. Su finalidad es promover la eficiencia, la transparencia y la sostenibilidad en la empresa, así como proteger los intereses de los accionistas y demás partes interesadas.
La complejidad de los conflictos en la dinámica de la empresa familiar es un fenómeno multifacético que involucra aspectos económicos, emocionales, de liderazgo y visión estratégica.
Los conflictos son una realidad, aunque muchos se manejan fácilmente, algunos se vuelven complejos y desafiantes. La negación de estos conflictos puede llevar a perpetuar patrones dañinos en la dinámica familiar y empresarial. Reconocer estas tensiones y establecer reglas claras, un Protocolo Familiar y un Manual de Gobierno Corporativo, son cruciales. Estas herramientas no solo abordan la sucesión y responsabilidades, sino que también fomentan la transparencia, la eficiencia y la armonía: fundamentales para el éxito continuo de las empresas familiares en el tiempo.
Creemos necesario fomentar la estabilidad y el éxito en las empresas familiares al enfrentar los conflictos de manera abierta y constructiva para que las familias empresarias puedan cultivar relaciones saludables.
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