Por Flor Bautista Alfaro
Directora de Recursos Humanos del Grupo Akron
Flor Bautista Alfaro, directora de recursos humanos del grupo Akron, está convencida de que es posible generar aún Mejores Prácticas a partir de la nueva normalidad. Su compromiso es con la gente, pues la considerael centro de una nueva estrategia de Capital Humano.
Tiene bajo su responsabilidad al personal de cuatro empresas: Mexicana de Lubricantes, Vetterol, Olstor y Gasolineras Akron. Y así como los productos y servicios de todas ellas facilitan el cuidado de un elemento patrimonial de miles de mexicanos, el automóvil, Flor Bautista se asegura de que la maquinaria de su compañía esté en las mejores condiciones.
Sin embargo, la directora de recursos humanos del grupo Akron, no trabaja con partes metálicas, cadenas o filtros sino con elementos mucho más delicados aún: los colaboradores.
«Estoy reconfigurando la estrategia de recursos humanos y uno de los pilares que estoy tomando en cuenta es el bienestar físico y emocional de los trabajadores», dijo en entrevista.
El grupo ya se encontraba en la planeación de una implementación integral de la NOM-035 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo, pero la llegada de la pandemia por la COVID-19 les cambió el panorama y marcó otro ritmo para hacerlo.
«Estamos considerando un profesional de la salud que, eventualmente, pudiera estar atendiendo situaciones emocionales que a los colaboradores les cuesta trabajo expresar. Hoy el estrés y la ansiedad son las principales enfermedades. Yo lo tenía considerado, pero hoy, con este tema de la pandemia y con este nuevo modelo de horarios flexibles y home office, me parece indispensable».
«Personalmente creo que la estabilidad emocional de un colaborador, en cualquier nivel que esté, impacta de manera importante en sus resultados. Y creo que es un aspecto que las empresas tenemos la obligación y la responsabilidad de cuidar», añadió.
CAMBIO DE PANORAMA
A inicio del año nadie hubiera pensado cuánto cambiaría la forma de hacer cosas tan simples como ir al supermercado o realizar el trayecto al trabajo. Ahora, a varios meses de esta nueva realidad, ya resultan cotidianos conceptos ligados a esta transformación como: home office, horario flexible, protocolos de limpieza y salud mental. ¿Cómo atenderlos todos en un grupo que se conforma por varias empresas que, además, tiene plantas de producción?
«Fue un desafío la implementación de los cambios de horarios. Justamente yo estaba en el proceso de establecer un modelo de trabajo flexible y la pandemia me llevó, de manera obligada, a implementarlo de manera muy rápida», comentó Bautista Alfaro.
La directora y su equipo debieron enfocarse en atender lo urgente sin descuidar las normas y las formas: analizaron los puestos que podrían realizarse en home office para hacerles la propuesta, determinar sus nuevos protocolos cotidianos y generar convenios; pero también debieron mediar entre quienes no pudieron adaptarse a ese nuevo esquema y determinaron con cuál otro colaborador en oficina podrían intercambiar lugar.
Para mí, el bienestar emocional y el bienestar físico son clave para la productividad y el desarrollo de la gente.
«Quizá el mayor reto de hacerlo todo rápido fue identificar a las personas vulnerables. Sí teníamos estadísticas de hipertensión, diabetes y los padecimientos que están en el cuadro de vulnerabilidad. Debimos identificarlos a nivel nacional, hacer su ficha médica para saber cómo los íbamos a controlar y darles seguimiento, mandarlos a su casa y reorganizar las áreas que se quedaron sin gente por esta vulnerabilidad. Eso sí representó todo un desafío que afortunadamente sacamos adelante», dijo.
Akron, catalogada como empresa esencial, no paró operaciones y gracias a la rápida respuesta del departamento dirigido por Flor Bautista, no tuvieron problemas ni en la planta de producción, ni en ventas. «Nuestros distribuidores y personal lograron coordinarse muy bien y adaptarse a esta nueva realidad»
El alcance del plan generado a raíz de la pandemia —que incluye un comité que monitorea el tema; una brigada anticovid, con capacidad de reacción ante crisis; la implementación de protocolos para mitigar riesgos de contagio y la capacitación—fue integral: las cuatro empresas y sus grupos interés (proveedores, distribuidores y futuros colaboradores).
«Llegamos a los proveedores que tenían que acudir a las instalaciones o alguna de nuestras plantas; llegamos a distribuidores, porque también había algún tema que no se podía abordar en videoconferencia; a los futuros colaboradores… el alcance fue integral. Tuvimos que comunicar nuestro plan a toda persona que tenía la necesidad de tener una relación presencial con alguno de nuestros ejecutivos o colaboradores.»
Estas acciones, dijo Flor Bautista, son deseables y replicables en todas las empresas. «Recomiendo un plan de capacitación muy orientado al tema Covid, porque esto nos tomó por sorpresa y generaba pánico en algunas personas que no sabían cómo reaccionar cuando un colaborador les decía que su papá o que ellos mismos habían resultado positivos. Sin duda el comité, la brigada y la capacitación, fueron cruciales y fundamentales en esta etapa. Creo que es importante que setengan estos elementos».
Incluso debieron actualizar el código de ética y conducta de la empresa para incluir posibles escenarios de discriminación a raíz de que algún colaborador hubiera sido positivo a la COVID-19.
«Nos anticipamos porque cumplimos con una serie de revisiones de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. Revisamos todos nuestros reglamentos y modificamos todo aquello que tenía relación con el tema. Encontramos que el que no lo contenía era el código de ética y conducta. Cuando sí se presentó un caso de rechazo a un colaborador hicimos uso del código», dijo.
Por ello, insistió, es importante una capacitación que genere, además, concientización en los trabajadores.
«Deben seguir las normas sanitarias no solo en su centro de trabajo sino también en su entorno, en su hogar. De poco sirve que aquí usen el cubreboca si cuando salen se lo quitan. Nosotros hicimos toda una campaña de concientización para que las mismas medidas que tomaban aquí las llevaran también a su hogar».
Estas capacitaciones y campañas, comentó, han tenido como principales aliadas a plataformas digitales como Zoom o Webex, que les han permitido no solo mantenerse en comunicación, sino realmente cerca, y ahorrarse una cantidad considerable de tiempo en procesos administrativos.
«Ya hasta tuvimos una revisión de contrato colectivo de trabajo de manera virtual. Para mí era impensable que se pudiera hacer esa negociación de esta forma y nos fue muy bien. Eficientamos el tiempo. Mientras que cuando iba a la Ciudad de México lo hacía en dos días, ahora lo hice en cuatro horas», indicó
Pero además de ser estratega también da el ejemplo de aprovechamiento respecto a estas nuevas formas de comunicación.
«Creo que usándolas yo es como he logrado que la gente de mi área, y de otras áreas, utilice las mismas herramientas y obtenga el mismo beneficio que yo he obtenido en términos de eficiencia en el tiempo».
Sin embargo, anotó, no para todos es sencillo. Depende mucho de la generación (baby boomers, millennials o centennials) el grado de adaptación a esta realidad de trabajar sin el contacto cotidiano con los compañeros de trabajo.
«La convivencia es importante. Me parece que es algo que hay que tomar en cuenta, ¿cómo le voy a hacer para mantener integrada a la gente? Para cuidar su parte emocional. Que no se sienta aislada de la organización».
«Necesitamos desarrollar un plan de comunicación adaptado a estas nuevas condiciones, permanente, y un programa de integración que nos permita mantener a la gente identificada y con ese sentido de pertenencia, que hoy tienen a la organización pero que podría verse mermado por ese distanciamiento».
El panorama a partir de ahora, dijo, es aprovechar estos cambios como ventajas competitivas de los nuevos puestos de trabajo que ofrezca el grupo: posiciones laborales con horarios flexibles o home office que permiten ahorrar tiempo y recursos económicos tanto al trabajador como a la misma empresa.
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